21 mayo 2009

Te escucho



Tu nombre va adherido al título de la canción. No sé cómo pudiste lograrlo o, mejor dicho, no sé cómo te grabé a él. Cada vez que la siento, que miro la letra en mis dedos, una pared, una noche o leo ademanes en la calle te recuerdo. No importa si la miro de lejos o duerme en mis piernas, cada vez que me invade...te recuerdo. Lo deprimente es que es más fácil recordar la necesidad, la distancia y la tristeza que, aún siendo cruel, protejo y guardo. A pesar de todo lo malo y autodestructivo que pueda parecer, para variar, sé que lo es, sigo recordándote. Imagino que sos parte de mi intangible, deseable y construible cuerpo. Sos algo que deseo y por instantes puedo tener, pequeños instantes, así como la canción. También puede ser que esté equivocado. Puede ser que jamás te haya tenido o pueda tenerte. Eso no me entristece. La verdad, no me importa. Me importan los acordes con los que te construís, la melodía con la que te dibujás y las palabras que te hacen parecer real, casi una mentira. Te imagino. Solo te imagino, no hay otra manera.

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