12 abril 2010

Doce días de abril

No había caído en la cuenta de que es abril. Bueno, ya no pasa nada importante en abril. Cesó el agua en mi cuerpo, también se detuvo el frío y ya me desteté de la soledad. Estoy listo para salir corriendo - como toda niña católica - por un campo lleno de arcoiris y pájaros de todos colores con mi falda a las rodillas y mi virginidad al viento.

Al menos, hoy, estoy seguro de que hay alguien dispuesto a quitarme las espinillas. Al menos, hoy, estoy seguro de que puedo querer. Al menos, hoy, te tengo a vos.

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