No había caído en la cuenta de que es abril. Bueno, ya no pasa nada importante en abril. Cesó el agua en mi cuerpo, también se detuvo el frío y ya me desteté de la soledad. Estoy listo para salir corriendo - como toda niña católica - por un campo lleno de arcoiris y pájaros de todos colores con mi falda a las rodillas y mi virginidad al viento.
Al menos, hoy, estoy seguro de que hay alguien dispuesto a quitarme las espinillas. Al menos, hoy, estoy seguro de que puedo querer. Al menos, hoy, te tengo a vos.
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